EL SECRETO PARA LEER A SUPER VELOCIDAD
Leer es un habito que, como todos, se puede mejorar. Aumentar tu velocidad y mantener la comprensión den esta actividad puede resultar beneficioso en muchos casos. Aquí te enseñamos como leer el doble o el triple de rápido junto a una buen entendimiento del material que lees.
¿QUÉ ES LA LECTURA RAPIDA Y CÓMO NOS PUEDE BENEFICIAR?
El promedio de palabras que un lector lee en 1 minuto son de 100 a 200. Esta característica hace que aumentemos nuestra velocidad al leer cualquier tipo de material y en diversos formatos (físico o digital, por ejemplo) manteniendo una comprensión del mismo. Debemos entender que si poseemos un gran nivel de lectura rápida pero un escaso nivel de concentración y entendimiento de lo que estamos leyendo, dicha cualidad no será de gran utilidad debido a que no recordaremos ni aplicaremos lo que consumimos.
He aquí el primer factor: La lectura rápida se compone de diversos elementos que, todos estos unidos, llevan a la ejecución del aumento de velocidad a la hora de leer. Sin embargo, no es lo único en lo que debemos enfocarnos. Algunos agentes que componen esta acción son la retención de información, una buena postura corporal y del libro, correcta iluminación, atención en los enunciados, anotaciones en libros, aplicar la vista periférica y, por supuesto, la comprensión.
Los beneficios que nos puede aportar la lectura rápida son un ahorro considérale de tiempo, gracias al aumento de palabras leídas en un lapso de tiempo determinado (por ejemplo de pasar a leer 200 palabras por minuto a leer 400), permite una asociación entre conceptos viejos y nuevos, brinda la posibilidad de conocer más información, y principalmente contribuye al análisis y comprensión a la hora de estudiar o examinar algún documento importante. Sin embargo, ¿Cómo la aplicamos diariamente?
¿CÓMO APLICO LA LECUTRA RAPIDA?
Si bien este tipo de lectura se puede realizar constantemente, hay una serie de parámetros que optimizan las condiciones: Colocar el libro frente a tus ojos (no sobre una mesa o con la cabeza encobrada), sentarte derecho, leer con una buena iluminación y tener las manos libres son los factores que potencian notoriamente esta actividad. Sin embargo, no siempre dispondremos de estos recursos o nuestros intereses pueden variar. Por ejemplo, leer acostado o en una mesa.
Una vez aclarado este punto, enfoquémonos en como aplicar la lectura rápida mediante una serie de técnicas. En primer lugar, y una de las formas más sencillas, es un marcador visual. Con una lapicera, lápiz o inclusive nuestros propios dedos seguimos lo que vamos leyendo señalándolo. De esta manera regulamos nuestro ritmo de lectura y nos permite un mayor nivel de concentración. Se lo puede hacer de la misma forma con una hoja, dejando a la vista el reglón que leemos y tapando lo demás hasta que pasemos al siguiente renglón.
A su vez, dichas metodologías entrenan nuestra vista periférica. Sus ojos son más lentos que el cerebro para percibir información, con lo cual tendemos a leer de izquierda a derecha palabra por palabra. La realidad es que tenemos la capacidad de hacerlo más rápido mediante la vista periférica, leyendo agrupaciones de palabras (3 o 4). Aumentado consecuentemente nuestra velocidad y formándose la lectura rápida.
Otra técnica para fomentar nuestra visión periférica y leer más rápido, es trazar en una pagina de algún libro una línea luego de las primeras 2 0 3 palabras del lado izquierdo y lo mismo del lado derecho. De la siguiente manera:
Una vez lo tengamos marcado, la idea es hacer enfoque en lo que se encuentra entre medio de esas líneas sin dejar de leer las palabras de ambos costados. Esta es una gran manera de entrenar la vista periférica. Una vez que domines la habilidad, puedes dejar de hacer líneas en las paginas de tus libros. Si vas a emplear esta técnica, te recomiendo que lo hagas con un libro que ya no uses o de prueba.
Finalmente, la eliminación de la subvocalización contribuye a que leas más rápido. La etimología de este concepto hace referencia a ese "susurro" o "voz interior" que repite lo que lees. Esto se da de manera inconsciente y natural, con lo cual, es sumamente normal. Sin embargo, no pronunciar en voz baja lo que lees aumenta tu concentración y rapidez en tu lectura.
REPASO
En síntesis, aumentar tu velocidad al leer puede resultar beneficioso en muchos casos, sin embargo, esta cualidad no se compone sola. La eliminación de la subvocalización, utilizar marcadores visuales y emplear la vista periférica hacen de la lectura rápida una gran habilidad. Acompañada de una buena iluminación, correcta postura corporal y del libro, el retenimiento y entendimiento de información, optimizarás las condiciones para que leer sea un grato momento.
Esperamos que te haya sido de gran utilidad :)
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